domingo, 22 de agosto de 2010

EN ESTA TARDE GRIS

No era así, compañera, tan triste y lejana,

la vida que en realidad guardaba.

No eran verdes de llanto las gotas de vida

que yo pensaba besar.

No era tan recta la línea de tu calma,

ni tan abiertos de frio los dos huecos de tu alma.

No era tan cercano tu cuerpo,

no estaba tan cerca tu pensar,

no era tu mano abierta el puño cerrado del silencio.

No fue el camino, ni el trayecto,

Ni el destino de tu sereno y maduro pensar.

(Nada era en realidad,

solo gris, como el tango,

en esa tarde de Timisoara.)






 
 
TANGO EN ESTA TARDE GRIS

viernes, 20 de agosto de 2010

ARRANCO EL BLOG

            Inicio este blog literario con la única intención de poder expresar lo que escribo, y que me puedan leer, soy nuevo en esto del blog, así que no me den muy duro al principio. Intentaré combinar mis propias creaciones, con algunas creaciones de autores que me apasionan, y por qué no, con algunos obras con las que quieran colaborar. Algunos se preguntarán por el extraño nombre del blog, a quienes les apasione tanto Fausto como a mi sabrá la respuesta.  No me enrollo más y me gustaría comenzar escribiendo un micro relato que envié a la revista Poe+, los que muy amablemente han decidido tenerme en cuenta.

                                                                                  Un saludo de Mario Pablo







LAS PALABRAS MAS BELLAS DEL MUNDO




No dije que lo sabía, pero es indudable que ella sentía cómo aquel mal recorría su cuerpo. Prometí ir a verla, sin que mis palabras sonaran a un final que se precipita, al ultimátum del último beso en su frente, ya muy marchita. La habitación en la que había pasado sus últimos meses, estaba vacía y el significado de aquella cama solitaria estremecía las fibras que en mi cansado corazón se despertaban cada día. La vi llegar agarrada a su inseparable bastón. Yo miraba fijamente sus labios, quizás buscando en ellos las palabras más bellas del mundo. Es benigno.

                                                                                     Mario Pablo Mefisto